¿Sabías que las distracciones pueden llevarse más de 2 horas de nuestro día? ¿Que una vez que nos descentramos tardamos entre 15 y 20 minutos en volver a concentrarnos en la tarea que estábamos realizando?¿Que las distracciones nos dejan exhaustos y reducen nuestra capacidad de comprensión, memorización y toma de decisiones adecuadas?
En un mundo lógico, la tecnología nos haría trabajar menos -no más-, ya que la tecnología nos ayuda a identificar y resolver problemas más rápido, y nos proporciona más libertad y flexibilidad. Sin embargo, su lado oscuro está cada vez más presente; asalta la vida personal, es difícil de apagar, hay demasiada información para procesar y nos invaden demasiadas distracciones. De una manera sutil nos quedamos enganchados y hasta abducidos por los aparatos que nos acompañan y que se supone que están ahí para hacernos la vida más fácil. Sufrimos más ansiedad y agotamiento que en ninguna época precedente.
A pesar de todo, una gran parte de las distracciones que nos asedian no son externas, sino internas. Nuestra mente es muy difícil de controlar, le encanta perderse por vericuetos del pasado, soñar con otro futuro, rumiar las preocupaciones… Los estudios han llegado a demostrar que las personas mantienen un pensamiento solo durante una media de 10 segundos antes de pasar a otro diferente.
Con este paronama, es natural que las técnicas y los principios del Mindfulness en su conjunto estén teniendo tanto éxito en los últimos tiempos.
Expuesto de manera simple, el Mindfulness consiste en vivir en el momento presente sin que la mente esté perdida en otras cosas. Es un concepto procedente del budismo, y es algo más complicado que simplemente una forma de meditación. Aunque existe desde hace 2600 años en Oriente, en Occidente su introducción y adaptación a nuestra cultura es bastante reciente. Fue principalmente impulsado por Jon Kabat-Zinn en la Escuela de Medicina de Massachusetss (Estados Unidos) en 1979.
Mientras que en Asia los lamas tibetanos me enseñaron a meditar como parte del camino para comprender la impermanencia de la existencia y trascender el ego, aquí se utiliza como herramienta de mejora y búsqueda de efectividad. En el fútbol americano de élite se está aplicando para mejorar la falta de equilibrio emocional de los jugadores y hacer frente a la enorme presión de este deporte de primer nivel. Niños provenientes de familias destructuradas y violentas están empezando a recibir entrenamiento en Mindfulness, consiguiendo que puedan concentrarse en aprender y liberar sus emociones por medios alternativos a la pelea. En las empresas, los trabajadores están sobrecargados y estresados con el volumen de trabajo y la presión sobre sus hombros, y les ayuda a mantener la calma en medio de los oleajes de desafíos, así como evitar tantos errores que terminan pagándose caro.
A nivel un poco más profundo, el Mindfulness empieza a sernos atractivo porque puede proporcionar un antídoto psicológico al vacío creado por la codicia materialista y la superficialidad. En algún momento, todo el mundo necesita encontrar significado y sensación de propósito en su vida, y esto no se puede comprar con dinero.
Escrito por Mónica Esgueva para el periódico El Huffington Post
2 replies to "El poder del ‘Mindfulness’ para vivir aquí y ahora"
Toda la razón, en este mundo de prisas constantes hemos de pararnos y disfrutar de cada paso. gracias Monica por ilustrarnos y hacernos reflexionar
Practico Mindfulness hace pocos años y es revolucionario. Me ayuda a darme cuenta de muchas cosas que no percibia, a vivir con mas sosiego… Soy muy muy fan de esta técnica. Un saludo.