A veces los lectores de mis libros me escriben para hacerme todo tipo de preguntas y pedirme consejo sobre los temas más variados. Me resulta difícil poder contestar a todos con unas respuestas largas e individualizadas. Además, creo que muchas de esas inquietudes son comunes para muchas personas; Por lo que, en la medida de lo posible, intentaré ir contestando a algunas de ellas en este blog, y así más personas puedan leerlo y quizás les sea de utilidad.
La pregunta que una lectora y madre de dos hijos me hizo fue la siguiente: «Mónica, tu hablas mucho de la importancia del desapego, pero ¿cómo haces para desapegarte si quieres a tus hijos?
Primero hemos de comprender que el desapego no es equivalente a la frialdad ni a la indiferencia, sólo significa soltar la necesidad y la dependencia. Podemos por lo tanto amar de verdad, y desapegarnos de la persona que amamos. De hecho éste es el camino de los seres más evolucionados, es el único que lleva al amor incondicional. El resto son edulcorantes.
Todos los padres cariñosos aman a sus hijos y se preocupan por ellos hasta el final de sus días. El problema aparece cuando muchos viven sus vidas a través de ellos y de lo que les ocurre. Por eso lo mejor es ser capaz de encontrar un equilibrio. Ser afectuoso y asegurarles el apoyo en cualquier circunstancia, pero sin permitir que aquello que les pase se convierta en el foco total de tu vida. Porque sino se cae en el error de tomar la responsabilidad por ellos, y se les puede robar su libre albedrío sin darnos cuenta.
Lo mejor que un padre y una madre pueden hacer por sus hijos es amarles y apoyarles incondicionalmente durante toda la vida. Estar ahí para ellos, pero sin vivir su vida por ellos.
5 replies to "Pregunta de una lectora: ¿Cómo desapegarse de los hijos si les quieres?"
Para desapegarse de los seres queridos hay que aprender a diferenciar nuestras relaciones afectivas. Las Mamá (como es normal) no quieren que sus hijos sufran una desgracia, por lo que no saben vivir su miedo como algo individual y lo extienden a los demás sin entender que cada uno ha de seguir su propio camino, su propio aprendizaje. Este miedo se le conoce como el Miedo por el bienestar de los demás.
Para desapegarse hay que entregrase al auténtico AMOR, pues el origen del miedo es la asociación a la périda. Y claro, una Madre no quiere perder a sus hijos.
Le diría a dicha Mamá, que esos vínculos afectivos los tomase también como un aprendizaje para ella desde la individualidad y el crecimiento mutuo (madre-hijo), con la confianza de que cada uno llegue a su propio destino (Amor filial).
De esto podríamos hablar largo y tendido, pero al menos quería dejar mi grantio de arena para que las Mamás reflexionen sobre la importancia que las emociones tienen a la hora de moldear la personalidad de sus hijos; por lo que su papel (gestión y conocimiento de las emociones) en los primeros años de desarrollo de los hijos es fundamental, pues es su responsabilidad que aprendan a menjar el Yo; el Ser que cada hijo lleva en su interior… para que un exceso de apego no termine en una relacion afectiva pobre.
Hay que tener un control sobre los hijos, pero con LIBERTAD INFANTIL ya que si los privan de sus experiencias creyendo que los protegen, en realidad los alejan de Uds.
Para más información pueden consultar «Teoría del Apego». Ver Autores como John Bowlby; Donal W. Winnicott; Berry Brazelton.
No estoy muy deacuerdo con esto,los padres somos educadores,no somos amigos y no sólo estamos aquí para auxiliar a nuestros hijos cuando las cosas no van bien o se han equivocado,estamos para dar cariño toda la vida y para educar primero y aconsejar de alguna forma el resto de la vida.Y por eso no estas viviendo su vida,pero tienes que hacerles responsobles de sus ACTOS.
Hay gente que piensa que porque no llame a sus hijos no tienen dependencia de ello y viceversa,pero por muy mal que lo hagan los hijos nuca hay una regañina, un consejo,nada…,pero cuando bien los problemas ahi están los papas,pero sin pedir explicaciones.Eso no puede SER.
Hola Carmen, estoy de acuerdo con lo que dices, los padres son guías de sus hijos hasta que son mayores de edad y están ahí para dar amor incondicional, pero no para ser responsables de sus vidas o vivir a través suyo. El desapego no tiene que ver con los signos exteriores, sino con permitir que vayan aprendiendo de las experiencias… sin considerarles como prolongaciones nuestras ni parte de nuestro ego.
El gran poeta Kahlil Gibran decía: »
Tus hijos no son tus hijos
son hijos e hijas de la vida
deseosa de si misma.
No vienen de ti, sino a través de ti
y aunque estén contigo
no te pertenecen.
Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos, pues,
ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas, porque ellas,
viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar
ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerlos semejantes a ti
porque la vida no retrocede,
ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual, tus hijos
como flechas vivas son lanzados.
Deja que la inclinación
en tu mano de arquero
sea para la felicidad.
Coincido contigo, creo que los padres debemos fortalecer nuestra independencia psicológica pero sin perder de vista que nuestro rol también incluye dar nuestro punto de vista aunque no coincida con el del hijo. Esto se torna muy difícil cuando el niño ya es adulto por eso es importante que desde niños aprendan a escuchar y a ser empáticos.
El desapego es el mayor acto de amor de los padres, porque más allá de de que los amamos incondicionalmente, la idea es entender que ellos son seres independientes, únicos y capaces.
Cuando creamos lazos de dependencia le decimos a nuestros hijos que no son capaces, que no confiamos en ellos.
Es súper difícil ponerlo en práctica, pero cuando lo entiendes de verdad y no como falta de amor les das la oportunidad a esta forma maravillosa de crianza.