Desde muy pequeños aprendemos que no es bueno mostrar las emociones que uno siente para poder sobrevivir y ser aceptados por los demás. No obstante, nadie nos muestra el coste que conlleva reprimirlas, y además este comportamiento lo repetimos de adultos, sin que nadie nos haya contado cuáles son los efectos secundarios de dicha represión.

Está claro que no podemos mostrar siempre en público lo que pasa por nuestro interior, porque no debemos decir al jefe todo lo que pensamos de él ni tampoco resulta útil romper a llorar con cualquier persona que no está ahí para apoyarnos o consolarnos. Sin embargo, guardar las emociones dentro, conteniédolas y engañándonos a nosotros mismos sobre nuestros verdaderos sentimientos es guardar una bomba de relojería que tarde o temprano acabará explotando y causando estragos.

Negarnos el permiso de sentir, reconocer y experimentar las emociones que surgen supone un grave perjuicio para nuestra salud psíquica y física en último término. Tengamos cuidado para no cometer este error.

    2 replies to "Dejar fluir las emociones"

    • ELISABET

      Y, ENTONCES QUE HACES. NADA.
      DEJAS QUE PASE LA TORMENTA, Y LUEGO SIGUES ECHA UN LIO…..

      • mesgueva

        Dejas q pase la tormenta… y sin ser presa de la emoción decides la dirección de tus acciones, teniendo en cuenta el mensaje que te pasan las emociones….
        Un abrazo. M

Leave a Reply

Your email address will not be published.