https://www.youtube.com/watch?v=f52p9JZyYQ0

La importancia de la Inteligencia Espiritual

La humanidad se encuentra en un punto muy delicado de NO retorno. Hemos avanzado enormemente en el uso de la tecnología y la innovación pero no se ha avanzado nada en cuanto a la maestría del mundo interior. Eso nos lleva a acercarnos peligrosamente a la extinción de esta raza, que parece incapaz de progresar como conjunto en su nivel de conciencia. Cuando se tiene una tecnología poderosa pero no existe ningún tipo de ética ni sagrado valor por la vida, se puede destruir toda una civilización y el propio planeta.

La única manera de progresar es avanzar también en el desarrollo interno, de tal manera que el mundo interior se pueda equilibrar con el interior y podamos vivir en armonía, colaboración y hermandad todos los seres humanos. 

¿Sabes lo que es la Inteligencia Espiritual? ¿Tiene algo que ver con el coeficiente intelectual o inteligencia racional?

Existen 3 tipos de inteligencias principales que los científicos consideran, la Racional, la Emocional y la Física. No obstante, en occidente todavía no se tiene en cuenta una 4ª que es realmente la más importante, porque cuando se gana en este tipo de inteligencia, expande las otras 3.  Esa es la Inteligencia Espiritual.

Uno de los temas que he estado enseñando a ejecutivos y directivos durante años es Inteligencia Emocional. A menudo me sorprendía ver que personas con altos puestos en su empresa, o con una cabeza privilegiada para programar complicados algoritmos por ejemplo, eran incapaces de escuchar a nadie o tenían una capacidad de relación con los demás pésima. Para poder tener Inteligencia Emocional es saber ponerse en los zapatos de los demás (es decir tener empatía), tener consciencia de uno mismo y de sus emociones, saberse relacionar adecuadamente con otros y mantener la auto-motivación, entre otras características.

Aunque la ciencia piensa que la inteligencia viene determinada solo por el coeficiente intelectual, hay otros tipos de inteligencia que son no solo válidas e importantes, sino incluso más importantes.

Hoy en psicología se sabe que el éxito de una persona viene determinado en un 80% por el grado de Inteligencia Emocional de la persona. 

A pesar de que la mayoría de las personas a lo mas que aspiran es al éxito profesional y material, al éxito del reconocimiento de los demás, de la riqueza, del poder, yo me he pasado la vida pensando que hay otra clase de éxito que no tiene que ver con ello. Es el éxito de una vida con sentido y propósito, en la que uno puede permanecer permanentemente en la paz interior, la alegría, la plenitud. 

Esto es lo que me llevó a ir durante diez años consecutivos a los Himalayas a estudiar la mente y la conciencia con lamas tibetanos y recibir enseñanzas del Dalai Lama, porque yo aspiraba a este tipo de éxito, el éxito que no se compra sino que se desarrolla, el éxito totalmente independiente de las circunstancias externas y de la opinión ajena, el éxito que nadie te puede dar ni robar. 

Este es para mí el verdadero éxito, y esta clase de éxito es el que está directamente relacionado con la Inteligencia Espiritual.

¿Qué sería entonces la Inteligencia Espiritual? ¿Qué piensas?

¿Alguien que ha leído muchos libros espirituales o de desarrollo personal y se los ha aprendido de memoria? ¿Alguien que ha hecho muchos cursos con gurús del tema? ¿Alguien que hace yoga o ha aprendido mindfulness?

Seguro que todos conocéis a personas que te pueden explicar de memoria conceptos o que practican algún tipo de religión o incluso corriente espiritual, pero en casa tienen relaciones disfuncionales con la pareja o con los hijos, se frustran en cuanto algo no sale como quieren y pierden los papeles, y tienen un montón de puntos ciegos que ni siquiera son capaces de ver. ¿Podríamos considerar que estas personas tienen un alto grado de Inteligencia Espiritual? ¿Qué os parece?

Yo estimo que una de las bases de la Inteligencia Espiritual es la auto-consciencia. Si no eres consciente en todo momento de tus emociones, pensamientos y acciones, actúas en piloto automático y simplemente repites por inercia y reaccionas de manera automática sin ningún poder sobre ti mismo. Sin auto-consciencia puedes creerte muy listo o incluso muy evolucionado, y en realidad el que te lo está diciendo es tu ego. Sin autoconsciencia tus debilidades se convierten en lastres constantes, puedes seguir lamiendo tus heridas en lugar de curarlas y proyectando en los demás tu sombra en lugar de hacerte responsable y trabajarla. Sin esta base fortalecida y trabajada constantemente durante años o incluso durante vidas, no se avanza en lo fundamental.

¿Qué determinaría entonces la Inteligencia Espiritual? Pues ademas de lo que os acabo de decir, tener un alto grado de compasión y sabiduría. La compasión es la capacidad para sentir lo que siente el otro, que no te sea indiferente y tener el impulso de ayudarle. Y la sabiduría cosiste en ser capaz de integrar el conocimiento y ver las cosas como realmente son, no como nos dicen que son aquí dentro de la Matrix. 

Por ejemplo, una persona pueden tener el conocimiento de que es necesario estar presente cuando otra persona te habla en lugar de estar pensando en otra cosa o mirando el móvil sin prestarle atención, pero eso no quiere decir que lo haga. O puede que alguna vez sí y otras muchas no. Es decir, el conocimiento lo tiene, pero no forma parte de su comportamiento.

No os puedo decir cuánta gente he visto en muchos años de hacer coaching profesional y terapia que se ha leído un montón de libros de auto-ayuda pero que es incapaz de cambiar comportamientos que le crean enorme sufrimiento. En realidad, cuán rápido seamos capaces de integrar los cambios que necesitamos hacer forma parte de la Inteligencia Espiritual.

El autoconocimiento también es fundamental aquí. No solo el auto-conocimiento básico sobre mi carácter, mis debilidades y fortalezas, sino el conocimiento de quién soy en mi esencia, quien soy como alma, el ser conscientes de que no somos seres humanos con una experiencia espiritual sino que somos seres espirituales viviendo una experiencia humana. Si nos seguimos identificando con nuestro cuerpo, con nuestras creencias, con nuestra historia, con el lugar donde nos hemos criado, con un partido político, con el trabajo que tenemos, con nuestras posesiones o con nuestros logros o fracasos, es que no nos conocemos de verdad aún. 

En occidente, salvo contadas excepciones, se ha dado importancia solo a ganar dinero y estatus, mientras que en oriente ha habido muchos maestros en el hinduismo, en el budismo y en el taoísmo que han estado haciéndose las preguntas que os comentaba al principio y explorando las respuestas durante siglos. Por eso ayuda tanto estudiar las enseñanzas que nos han trasmitido en esas tradiciones, porque podemos aprovechar su experiencia para tener algunos mapas en lugar de subir el Everest a ciegas. 

Cuando nuestro foco está completamente dirigido hacia afuera, como ocurre en nuestra sociedad, los niveles de estrés, ansiedad, angustia y miedo son altísimos (como estamos quedando al descubierto hoy más que nunca). Cuando solo se persigue alcanzar el siguiente éxtasis a través de conseguir logros u obtener placer, comodidad, o seguridad, el sistema nervioso y la propia mente tienen tanta presión que nuestro organismo entero, incluyendo el sistema inmune se va debilitando. Eso es lo que ocurre si nuestra mente se pasa el día organizando, produciendo, analizando, preocupándose, apagando fuegos… sin poder equilibrarlo limitando la cantidad de información sensorial que recibimos y que tenemos que procesar constantemente. 

Gracias al desarrollo espiritual podemos hacerlo, y así aumentamos nuestra capacidad de auto-conocimiento y nuestra auto-consciencia.

¿Qué pasos podemos dar para aumentar nuestro nivel de Inteligencia Espiritual?

  1. Cultivando el silencio interior. 
  2. Practicando la concentración 
  3. Constante Auto-examen

¿Y cómo podemos cultivar estas capacidades?

Principalmente a través de la meditación y la contemplación, y el cuestionamiento de uno mismo.

1. A través del silencio interior, uno es capaz de vivir más atento, de darse cuenta de las cosas, de no estar en el ahora en lugar de dando vueltas continuamente a lo que ya pasó o a las preocupaciones y miedos por lo que pueda venir. Nos permite observar las emociones y los pensamientos sin apego, y así poder discriminar lo que es real y lo que es pura programación recibida o creencias perniciosas y absurdas.

Para poder cultivar el silencio interior, es necesario pasar tiempo en silencio. 

2. Para poder desarrollar la concentración, es necesario pasar tiempo en contemplación, sin estar siempre activos, ocupados, produciendo. Cuando contemplamos la naturaleza efímera de todo y qué es lo verdaderamente real (es decir, aquello que no está sujeto al cambio), vamos entrenando y enseñando a la mente que el foco más importante no debe estar en los placeres externos que nos empujamos a perseguir son parar, sino el foco en el ser y en la esencia que somos. Esto es lo que nos infunde esa paz y anclaje que nos equilibra y sostiene a través de todos los retos y tesituras que pasamos.

3. Y por último, para poder pulir y reforzar el Auto-examen tenemos que hacer que el auto-cuestionamiento sea un un hábito regular, preguntándonos por ejemplo: Por qué he reaccionado así? De dónde viene este pensamiento? De dónde he sacado esta creencia? Qué sentido tiene juzgar o criticar a esta persona? 

Esto es lo que nos ayuda a salir de los automatismos y las programaciones que tanto nos atrapan.

Desarrollar la Inteligencia Espiritual está al alcance de todos, y todas las personas tienen la capacidad innata dentro de ellos mismos, pero depende de nuestra intención si la queremos desarrollar siguiendo pautas como las que acabamos de ver para poder vivir más desde el alma o la conciencia y menos desde el ego y sus caprichos.

Termino hoy con una cita del gran psicólogo humanista Stanlislav Grof:

“La inteligencia espiritual es la capacidad de conducir nuestra vida de tal manera que refleje una profunda comprensión filosófica y metafísica de la realidad y de nosotros mismos, descubierta a través de la experiencia personal durante la búsqueda espiritual sistemática.”

Stanilas Grof

Leave a Reply

Your email address will not be published.