Puedes aceptar o rechazar como otras personas te trataron, pero hasta que no sanes las heridas de tu pasado, continuarás sangrando.

Puedes cubrir la sangre que gotea con comida, alcohol, drogas, trabajo, cigarros o sexo, pero de una forma u otra asomará y teñirá tu vida.

Aceptar que no podrás cambiar nada de lo que sucedió es el primer paso para romper las ataduras.

El segundo consiste en encontrar la fuerza necesaria para abrir la herida, meter la cabeza en ella, sacar el corazón del dolor, la memoria oculta y hacer las paces con ella, por mucho que pienses que puede doler y aunque la  hayas eludido durante mucho tiempo. Sólo así te liberarás del pasado.

Hasta que no seas capaz de sentir el dolor y hacerte vulnerable a él, no podrás sanar.

    4 replies to "Las Heridas del Pasado"

    • RUBEN

      Se dice qel mundo lo gobierna el dinero, el poder,etc.Es mentira.
      El mundo-por lo menos el que yo conozco-lo gobierna la vanidad…tan solo la vanidad.
      Tal vez, sea ese el problema.Pensamos qsomos tan importantes para los demas, como ell@s lo son para nosotros…y no siempre es asi.
      En tu libro decias;»La capacidad de transformar la tribulacion en algo beneficioso es un don poco comun»…qcierto es Monica.
      Gran articulo.Conciso, pero lucido y desgarrado.
      La simpleza de la verdad cuesta asimilarla.
      Gracias Monica.

      • mesgueva

        Qué palabras tan profundas y sentidas…. Gracias Rubén!!
        Abrazos, Mónica

    • Carlos

      Gracias una vez más por tu artículo Mónica. Opino que «Nunca es tarde para tener una infancia feliz» si no huimos de nosotros mismos y entendemos que la heridas, de no enfrentarlas, nos persiguen toda la vida de modo sutil pero extremadamente tenaz.

      Es curioso ver cuánta gente ha edificado su vida con el único motivo insconsciente de colmar sus vacios existenciales. Yo mismo lo hice durante un tiempo.

      Querer llenar un saco roto resulta agotador e infértil. Sé que coser el saco es duro… pero es la única tarea posible para alcanzar cierta serenidad y reconciarlte con tu verdadero ser.

      Conocidos personajes de la historia como Hitler, Franco o el más reciente Sarkozy se alzaron al poder con la ilusión de escapar a las heridas que sus padres les crearon en su corazón. La fama y el poder les dejó igualmente vacíos.

      Enfin, es posible ser más feliz rindiéndose, soltando y haciéndose poco a poco amigo de nuestros propios miedos.

      Os deseo a todos un día lleno de alegrías.

      Carlos.

      • mesgueva

        Gracias carlos, sabias palabras!!

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