Hace unas semanas me llamaron del programa de Aprendemos Juntos BBVA para proponerme entrevistar en inglés al psiquiatra, profesor de Harvard y maestro Zen, Robert Waldinger. 

¡Claro que sí!
Desde que escribí mi primer libro “Cuando sea feliz” allá por el 2008, la felicidad siempre me ha parecido un tema de estudio e investigación interesantísimo.
Sin embargo, nunca había estado en la silla de entrevistadora, y hacerlo en inglés era también un reto. La verdad es que fue una estupenda experiencia. El equipo es fabuloso, profesional y amable.

El Dr. Waldinger dirige en la actualidad uno de los estudios más largos y completos sobre la felicidad. El estudio comenzó en 1938 y sigue actualmente.
Los hallazgos clave de este estudio han demostrado que la calidad de nuestras relaciones interpersonales es un factor crucial para nuestra felicidad y bienestar a largo plazo. Asimismo nos comentó que tener relaciones cercanas y satisfactorias con otras personas —amigos, familiares o pareja— es un predictor importante de nuestra salud mental y física, así como de nuestra longevidad.

Ojo, él enfatizó que lo importante es la calidad de dichas relaciones, no la cantidad. 
¿A quién llamarías en medio de la noche si tuvieras un problema? 
¿Tienes a alguien con quien puedas contar incondicionalmente, pase lo que pase? 
¿Puedes compartir tu sentir profundo con alguien?
Es esto lo que determina si las relaciones de tu vida son lazos verdaderos de conexión. Aunque solo sea una sola persona, eso ya marca la diferencia.

Me encantó la claridad con la que Waldinger se expresa y la calma que emana, claramente fruto de sus muchos años de meditación. 
Off camera le pregunté más detalladamente sobre cómo su experiencia en el budismo Zen podía ser aplicada a su famoso estudio de Harvard y las conclusiones sobre la importancia de las relaciones cercanas y profundas. 
En el Zen se dice que en la mente del experto hay pocas posibilidades, pero en la mente del principiante hay muchas. ¿Qué pasaría si lleváramos ojos frescos a las viejas relaciones? ¿Y si miráramos a los miembros de nuestra familia como si fuera la primera vez? «¿Qué pasa si llevamos la mente de un principiante a la cena familiar?» Me dijo Robert. “Muchas veces lo que sucede es que las relaciones se anquilosan. Nos acomodamos en roles e imágenes fijas del otro, pero por supuesto esas imágenes son distorsiones”.

Robert también comparte mi opinión de que una de las herramientas más poderosas para mejorar nuestras relaciones es la meditación. A través de la meditación, llegamos a conocernos a nosotros mismos, y cuando realmente entendemos nuestra propia mente y cuerpo, también entendemos mejor a otras personas. “Eso nos hace más compasivos con nosotros mismos y con todos los que nos rodean”. No puedo estar más de acuerdo.

Aquí os dejo la entrevista de “Aprendemos juntos” BBVA:

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