En este video reflexionamos sobre el poder transformador de las crisis.
En mi experiencia, muchas personas necesitan tocar fondo para abrir el corazón y evolucionar.
A menudo, la vida nos susurra la necesidad de cambios, pero preferimos la distracción fácil.
Aunque el dolor puede ser la semilla del crecimiento personal, rara vez aprovechamos la oportunidad. Las crisis nos humanizan, nos hacen vulnerables y nos conectan con la compasión hacia los demás y la autocompasión.
Reconocer nuestras debilidades es complicado, pero las crisis nos ofrecen la oportunidad de moderar nuestras durezas, limar ángulos y encontrar equilibrio.
La transformación ocurre cuando nos cuestionamos y enfrentamos nuestras sombras, admitiendo nuestros puntos ciegos y abandonando la falsa idea de perfección.