Educar de otro modo

El oficio de educar a los niños y el de ser padres no es nada sencillo. Los estudios demuestran algo que a veces parece ir en contra del sentido común, elogiar su inteligencia y su talento puede resultar contraproducente. Es mucho mejor elogiarles por sus esfuerzos, por lo que está bajo su control, porque sino cuando surja un problema o cuando vaya mal, los niños y los jóvenes dudarán de si mimos.

Si los padres desean dar apoyo a sus hijos, lo más útil es enseñarles a apreciar los desafíos, a sentir curiosidad por los errores, a desarrollar la valentía, a disfrutar del esfuerzo y a fomentar las ganas de seguir aprendiendo y creciendo como seres humanos.

Decirles a los niños lo listos que son constituye un estímulo a corto plazo, pero a largo plazo afecta negativamente a su motivación, a su rendimiento y bienestar. Lo más importante es mostrarles que lo esencial es el placer del viaje más que los resultados y el éxito en si mismo. Y que no es necesario triunfar en todo y que disfrutar realizando una tarea o una actividad es más que suficiente para emprenderla. De este modo tendremos hijos más felices y niños que se convertiran en adultos más serenos y dichosos.