Es curioso como la vida siempre te sorprende, a menudo de forma completamente inesperada. Por eso nunca puedes pretender conocer el futuro, por mucho que lo quieras planificar al detalle y dejarlo todo bajo control. Es una vana ilusión. La vida me lo recordó el domingo pasado.

Estaba en Almería impartiendo mi taller «Sé más feliz«… por lo que un buen amigo me convenció para participar en una carrera benéfica campo a través, en la modalidad de senderismo. Eran 10km y a estas alturas del año, ya con calor. Acepté gustosa, con la intención de dar un agradable paseo y disfrutar del jolgorio colectivo que los andaluces tan bien saben organizar, así como de un bello paisaje semi desértico.

Lo que nunca imaginé fue lo que ocurrió al final. Fui capaz de seguir el ritmo impuesto por los dos valientes que iban en cabeza, sin necesidad de forzar y sin ni siquiera habérmelo planteado. Increíblemente llegamos a la meta los 3 juntos, de este modo ganando en la categoría femenina.

Fue una verdadera sorpresa para todo el mundo, empezando por mí. Para empezar, llevaba un calzado prestado por mi amigo y no deportivo. Lo segundo es que hace miles de años que no practico ningún deporte ni voy al gimnasio. Solo salgo a pasear, a buen ritmo, cuando tengo ocasión en el tranquilo entorno donde resido. Además, soy anti-competitiva, y con una buena razón. Estuve involucrada en el deporte de alta competición de adolescente, en el tenis concretamente, y la presión que sufrí fue tan brutal que salí escaldada para siempre. Después mi familia me persuadió para introducirme en el atletismo con un grandísimo entrenador, y estuve compitiendo en los 800 y 400m lisos. Tanto entrenamiento, tanta competición y tanto esfuerzo físico y mental tan temprano cumplió su rol para toda una vida. Y quizás las siguientes. El interés en practicar deporte quedó completamente agotado.

Con esas premisas, ¿cómo pudo ser posible ganar la carrera el pasado domingo? Pues para mí la gran lección estriba en realizar actividades por puro placer, por disfrutarlas en si mismas, sin necesitar de ningna meta, sin que todo se convierta en un medio para un fin.

Demasiado a menudo olvidamos que obsesionarse con un objetivo no lo acerca, y además nos perdemos el proceso, el camino para llegar. Vivimos en una sociedad obcecada con los resultados, sin conceder ninguna importancia a quienes nos convertimos en la senda hacia nuestras cimas.

Gané porque solo pretendía disfrutar. Algo que jamás conocí mientras practiqué el deporte de élite, aunque obtuviera medallas y trofeos, y esa es una de las claves de la vida. Da igual cuántos títulos acumules, cuántos objetivos consigas, cuánto subas en la escala social. Si no disfrutas del camino, los triunfos son áridos, efímeros e insatisfactorios.

Podium almería

    5 replies to "Las sorpresas de la vida"

    • Ruben

      Felicidades campeona!
      Lo mas gracioso, tu foto en el podium con tacones y vestido de gasa, jeje…de enmarcar.
      Moraleja;Lleva siempre calzado comodo en tus viajes querida Monica, bss:)

    • jose luis mellado vergel

      que bonito!!! gracias!!! campeona!!!

    • Julio Blasco

      Enhorabuena campeona 🙂 ¡¡ Que bien luces !!

    • Antonio Rusiñol

      Es estupendo las lecciones que se sacan sin proponérselo y que mejoren nuestro espíritu,en tu triunfo queda algo en ti en haber sido tan estupenda deportista,se despertó y al podio directamente,guapísima!

    • Armando

      Monica eres increíble!! desconocía tu faceta de gran deportista… sinceramente, no me parece que seas de este mundo, y lo digo con toda mi admiración. gracias por compartir las lecciones con nosotros

Leave a Reply

Your email address will not be published.