Uno de los valores de la meditación,  y de lo que sabemos poco en nuestra vida cotidiana occidental,  es la importancia de la calma y el silencio.  Después de pasar 5 semanas en silencio en semi-retiro, soy capaz de apreciar su verdadero valor.

En la vida diaria, estamos continuamente involucrados en el hacer, nos metemos en la cama exhaustos, nos levantamos al día siguiente y empezamos a hacer más, a correr más. No hace falta ser muy perceptivo para darse cuenta de que a menudo no sabemos ni quién está haciendo, pues nos sentimos desconectados de nuestra experiencia y nuestras emociones. Nos dejamos llevar por la mente, por los pensamientos, por las expectativas, por el miedo, por querer estar en otro lugar diferente al que estamos… Con lo cual nunca estás de verdad presente.

Así no se pueden gestionar las presiones y dificultades que surgen, si tu mente no está atenta y no está aquí más que a medias. De hecho, en situaciones estresantes o amenazantes, nuestras reacciones tienden a estar automatizadas y muy condicionadas. No estás disponible porque tu mente se encuentra dentro de una nebulosa.

Sin cultivar la meditación y la quietud, los niveles más profundos de inteligencia y sabiduría no están disponibles. Sin cultivar la meditación y la quietud, nos convertimos en máquinas de hacer y nos olvidamos de ser.

    1 Response to "La quietud y el silencio. El hacer y el ser"

    • Antonio Rusiñol Ruiz

      Querida Mónica ,me complace mucho que hayas podido conseguir ese estado de plenitud en esas tierras tan exóticas para mi, cuanto desearía realizarlo, nuestra vida occidental nos perjudica el tener que estar en el engranaje cotidiano de la gran máquina que conforma esta sociedad, donde uno cae en la monotonía y de adulto se pregunta que has conseguido.Es un gran privilegio contar con una mujer como tu que estas en el primer plano de las enseñanzas y sistema de ayudar a que podamos explicarnos cosas que tu nos muestras y podamos analizar, cambiar el comportamiento, reparar estados anímicos etc. Con todo mi agradecimiento y con la esperanza de verte, recibe un gran abrazo de tu amigo Antonio, felicidades!

Leave a Reply

Your email address will not be published.